el cine de mi casa

 

 

Chaplin en la Mutual

 

El mayor logro conseguido por Chaplin en su periodo Mutual, aparte de un ventajosa situación económica, fue el tiempo. Así, si en la Keystone dedicaba una semana al rodaje de cada película, en la Mutual puede permitirse ascender a seis semanas; de ahí que para realizar sus doce títulos comprometidos invirtiese un año y medio, desde mayo de 1916 a octubre de 1917. El resultado de esta mayor elaboración se comprueba en el acabado de las películas, con la estructura mejor desarrollada, conflictos más interesantes y, en general, menor apariencia de improvisación –y, por lo mismo, naturalidad más conseguida-, además de la definición de los personajes y acciones secundarias.

 

Ya desde la primera, Charlot encargado de bazar (The floorwalker), a la última, El aventurero (The adventurer), las doce películas son otras tantas muestras de perfección, generalmente a partir de situaciones en apariencia simples.

 

Entre ellas destacan Charlot músico ambulante (The vagabond), donde, pese a un inusitado happy end, importa la unión de los elementos cómicos dramáticos-sentimentales que serán, a la postre, lo más memorable del personaje; Charlot a la una de la madrugada (One. a.m.), no tiene más argumento que la relación de un borracho con los, para él, irreconocibles y adversos objetos de su casa, pero es un prodigio de ritmo y concentración en el gag. Robert Florey ha destacado que este tema –la lucha del hombre contra los objetos que lo rodean– es fundamental en la obra de Chaplin; de hecho, se repetirá en Charlot prestamista (The pawnshop) y en Charlot, héroe del patín (The rink). En la primera, Charlot juega al billar con unas bolas de metal que cuelgan frente a la fachada de la tienda donde trabaja. La segunda, contiene la celebérrima secuencia del patinaje que ha pasado a cualquier antología del género y que, según algunos comentaristas, tiene sus antecedentes en Max Linder (Max patinador).

 

Sin embargo, pese a las excelencias de estos filmes de la Mutual, el más célebre de todos es, seguramente, Charlot emigrante (The inmigrant), definitivo ejemplo de tragicomedia que presenta a Charlot como un judío ruso enfrentado a las ventajas de la Tierra de la Libertad… ventajas y libertad que quedan puestas en entredicho por el comportamiento de los agentes del servicio de Inmigración y la dificultad de sobrevivir con escasos medios en el país de la abundancia. Es justamente famosa la imagen de los inmigrantes custodiados con cuerdas, como si de ganado se tratase.

 

 

Terenci Moix

La gran historia del cine

 

 

 

Películas programadas

 

Charlot encargado de bazar (1916)

Charlot bombero (1916)

Charlot, músico ambulante (1916)

Charlot, a la una de la madrugada (1916)

El conde (1916)

Charlot, prestamista (1916)

Charlot tramoyista de cine (1916)

Charlot héroe del patín (1916)

Charlot en la calle de la paz (1917)

Charlot en el balneario (1917)

Charlot emigrante (1917)

El aventurero (1917)

El nacimiento de Charlot (2013)

 

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