el cine de mi casa

 

Éric Rohmer

 

Jean-Marie Maurice Scherer (su verdadero nombre) nació el 4 de abril de 1920, en Nancy. Estudió literatura francesa en la facultad, y posteriormente ejerció como profesor en el Lycée de Nancy, donde había sido alumno. En los años 40 publicó Élizabeth, su única novela, y diversos artículos periodísticos.

 

Cuando traslada su domicilio a París, decidido a convertirse en cineasta, se hace asiduo de la Cinemateca francesa. En 1957 adoptó el sobrenombre de Eric Rohmer, como homenaje a dos de sus grandes ídolos, el director Erich von Stroheim y el novelista Sax Rohmer, el creador de Fu Manchú. Con este seudónimo coescribió con Claude Chabrol el libro Hitchcock, sobre el Mago del Suspense. Al parecer había optado por ocultar su verdadero nombre para dedicarse al cine, y que no se enteraran sus padres de que ya no era profesor de literatura. Hasta que tuvo 50 años les ocultó su oficio de director.

 

Convertido en jefe de redacción de la prestigiosa revista Cahiers du cinema -de la que fue uno de los fundadores-, ayudó a reivindicar la figura de cineastas como Howard Hawks y el citado Alfred Hitchcock. Debutó como cineasta con Le signe du lion, aunque su primer gran éxito fue La coleccionista, que obtuvo dos premios en Berlín (mejor película para público joven y Premio especial del Jurado).

 

Rohmer solía repetir con el mismo equipo, aunque le gustaba especialmente trabajar con la actriz Marie Rivière y los directores de fotografía Néstor Almendros y Diane Baratier. Entre sus películas destacan el film de época La marquesa de O, y sus series, ya que era un cineasta bastante dado a agrupar sus trabajos.

 

Forman parte de Seis cuentos morales las películas La panadera de Monceau, La carrera de Suzanne, la brillante Mi noche con Maud (nominada al Oscar a la mejor cinta de habla no inglesa y considerada uno de sus trabajos más sólidos), la anteriormente mencionada La coleccionista, La rodilla de Clara y El amor después del mediodía.

 

En los 80 rodó las Comedias y proverbios. Incluye las cintas La mujer del aviador, La buena boda, Pauline en la playa, Las noches de luna llena, El rayo verde (con la que obtuvo el León de Oro y el Premio de la crítica internacional en Venecia) y El amigo de mi amiga.

 

Su última serie fue la excelente Cuentos de las cuatro estaciones, filmada en los 90. Comprende cuatro películas, una por cada estación del año: Cuento de primavera, Cuento de invierno, Cuento de verano y Cuento de otoño.

 

Autor de un cine aparentemente muy sencillo, la especialidad de Rohmer son sus diálogos, tan naturales que no parecen formar parte de una obra de ficción, y en donde surgen de forma absolutamente espontánea los temas, y los conflictos que se tratan en cada película. Es Rohmer el cineasta de los problemas morales que sufren unos personajes atormentados por su conciencia, que intentan comportarse de forma racional, pero que son víctimas de sus propios deseos. Sin embargo, su cine no parece pedante, ni mucho menos moralizante. "Yo no digo, muestro", solía repetir el director.

 

Siguió en activo incluso a una avanzada edad, creando cine de enorme frescura que ya hubieran querido hacer otros autores mucho más jóvenes, con títulos como El árbol, el alcalde y la mediateca y Las Rendez-vous de Paris, tres historias de pareja que se desarrollaban en París. Sus ansias de experimentación le llevaron a rodar La inglesa y el duque con decorados pictóricos, técnica que se anticipó claramente a los decorados digitales de títulos como Sin City (Ciudad del pecado) y 300. Era un film un tanto frío pero valiente, que causó cierta polémica en Francia, por su crítica a la violencia de la Revolución Francesa.

 

Tras la irregular Triple agente, una historia de espías, su último trabajo fue El romance de Astrea y Celadón, de 2007, un film insulso bastante indigno de su talento.

 

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